Volver...

Hoy no escribiré de mi vuelta... sino de aquellos que vuelven...

Hemos sido marcados profundamente en estas fechas con dos acontecimientos que personalmente me han estremecido mucho.

Hace ya un año, alrededor de 40 jóvenes, de algunos años menos que yo, fallecieron trágicamente en la Cordillera por cumplir una orden fatal... Hace dos días murieron 26 personas, gracias a un lamentable accidente producido, preliminarmente, por un ataque cardíaco que habría matado al chofer del bus (acabo de oír que un equipo de periodistas encontró el vigésimosexto cadáver en el cauce del río Tinguiririca).

La desolación. Madres desgarradas de dolor, niños sin padres. Cúantos deseos de llegar a ver las sonrisas de las personas a quienes más aman!!!

La rabia. Esa sensación de impotencia frente a las explicaciones que parecen absurdas...

Pero tras todo esto quiero ver que tenemos una linda posibilidad...

La vida nos fue dada para Amar. Nos fue dada para darla a los demás y para crecer con ellos. Si pusieramos Amor en nuestras vidas, sólo un poco!!!

Amar a quienes están bajo nuestra protección, amar a quienes nos sirven y a quienes servimos... gastamos valiosos momentos de nuestra vida aspirando cosas, aspirando poder, aspirando al "Eros" (mendigando...). Amar nuestras vidas hermosas y sentirnos absolutamente queridos. Amar nuestros errores y amar aún más nuestras virtudes.

La Muerte es el culmen de la plenitud de nuestras vidas, volver a la Casa de quien nos ha creado... de quien por Amor nos puso acá. Volver, es como dejar atrás lo que ya vivimos para empezar de nuevo, otra vez y con más amor. Morir... es un poco volver...